Turismo Religioso: Basílica Nuestra Señora de Itatí, qué secreto guarda

GEDSC DIGITAL CAMERA

La imponente Basílica de Nuestra Señora de Itatí se construyó entre 1938 y 1950. En la cima de la cúpula hay una estatua de la Virgen de 7,50 metros de altura realizada en cobre, que domina la ciudad homónima en la provincia de Corrientes, Argentina. Con sus 88 metros se la considera una de las cúpulas más altas de América del Sur.

En 1528 la Orden Franciscana llegó a esta región de Argentina y creó la llamada Reducción de Yaguarí. Según la tradición la imagen de Nuestra Señora de Itatí la encontraron los nativos sobre una piedra (Itatí en guaraní significa “punta de piedra”) en el río Paraná, cerca de la reducción. Los originarios la entregaron a los franciscanos, ellos la dejaron en la capilla. Sin embargo al día siguiente la imagen desapareció y la volvieron a encontrar el el río. Eso ocurrió dos veces más, prueba ineludible de que María quería estar allí. Siguiendo sus deseos se construyo a la vera del Paraná una capilla.

Los historiadores creen que la imagen de Nuestra Señora de Itatí llegó alli proveniente de la reducción de Ciudad Real, provincia de Guayrá en el Paraguay.

La reducción, es atacada por los originarios, entonces los sacerdotes emigraron hacia el sur. En ese viaje llevan consigo la imagen de la imagen de Nuestra Señora de Itati. Su destino fue la región de Yaguarí, donde estaba la Reducción de otro franciscano, fray Luis Gámez. En ese lugar realizaron un oratorio y colocaron a la Virgen, pero los nativos se llevaron la imagen, que luego se la encontró como se indica mas arriba.

El puerto de la Reducción de Yaguarí quedó abandonado, y la nueva población se llamó Pueblo de Indios de la Pura y Limpia concepción de Nuestra Señora de Itatí.

Con frecuencia se atribuye el actual santuario de Nuestra Señora de Itatí a Ernesto Vespignani, pero en realidad el proyecto ejecutado es de 1950. El mismo se basa en uno de 1937 atribuido al arquitecto Felipe Bergamini, con dirección de obras de Pedro Azzano.

El primer proyecto si lo dibujó Vespignani, pero la muerte del salesiano y posteriores desafortunadas circunstancias retrasaron las obras de diseño y ejecución del santuario.

En el Archivo Central Salesiano se atesoran imágenes diversas del proyecto de Vespignani. Hay una postal con un dibujo sin firma que aparenta ser el proyecto original de su autoría.

Se trata de una construcción de estética barroca con doble campanario frontal. Su acceso es mediante una gran arcada de medio punto a manera de arco cobijo. Remata la fachada un coronamiento con curvas y contracurvas fantasiosas, y se sugiere una planta de cruz latina con campanario con linterna hacia el final.

El secreto

La capilla que servía de santuario con anterioridad a la construcción de la basílica aún perdura a un costado de la misma. Actualmente es el Museo Sacro. Sus tres naves se encuentran ornamentadas con grandes columnas, murales, bajorrelieves y ventanales. A través de estos ingresa una tímida luz que otorga un ambiente de serenidad al recinto.

Detrás del altar mayor se encuentra el camarín de la Virgen, una suerte de capilla-oratoria destinada a una meditación y contemplación más íntima. El fondo del camarín cuenta con un bello mural que representa indígenas con instrumentos musicales autóctonos venerando a la Virgen a orillas del río Paraná. Asimismo, la imagen principal de la Virgen se encuentra dentro de una vitrina giratoria, la cual en horarios de misa, la imagen permanece mirando hacia el altar mayor, mientras que durante la adoración silenciosa, la Virgen gira hasta quedar ubicada de espaldas al altar mayor, mirando hacia el camarín.

(*) Miguel Cabrera, periodista especializado en turismo religioso.