El texto fue presentado por la senadora Silvina García Larraburu. En él se exige que el Ejecutivo tome medidas para beneficiar al sector en su conjunto.
Mientras la crisis del coronavirus genera pérdidas millonarias por una paralización del turismo sin precedentes a nivel mundial, en Argentina se siguen sumando los proyectos de ley para declarar la emergencia turística y así llevar un poco de alivio a las golpeadas empresas del sector. En este caso, el documento elaborado y presentado por la senadora rionegrina Silvina García Larraburu, que se suma a los de sus colegas Maurice Closs y Ana María Ianni, propone instaurar esa medida por el plazo de 180 días, con el objetivo de «palear el impacto económico, social y productivo en el turismo, en todas sus modalidades».
En el artículo 3°, se autoriza al Poder Ejecutivo a reglamentar la ley «a través del organismo que corresponda» y a otorgar los beneficios que crea convenientes, «teniendo en cuenta los territorios cuyo ingreso principal es el turismo en todas sus variantes».
En los párrafos siguientes, el proyecto detalla todos los sectores de la actividad que quedarían alcanzados por las medidas de la ley. Allí se encuentran hoteles en casi todas sus modalidades, agencias de viajes y transporte aerocomercial, fluvial y terrestre de larga distancia, así como servicios de excursiones y/o traslado de trenes especiales y excursiones marítimas con fines turísticos. Además, están contemplados el transporte automotor de pasajeros para el turismo y el alquiler de equipos de transporte terrestre sin operación ni tripulación.
Por su parte, los licenciados, técnicos, guías e instructores de algún deporte vinculado al rubro también recibirían los beneficios, al igual que centros de esquí, pesca deportiva, turismo salud, turismo termal o similares, centros de turismo aventura y ecoturismo, entre otros.
En los puntos 6 y 7 del artículo 4° figuran las empresas rentadoras de bicicletas, motos, equipos de esquí, kayaks, bodegas, jardines botánicos, zoológicos, parques nacionales, de diversiones y parques temáticos, explotación de playas, museos, preservación de lugares y edificios históricos. El octavo apartado está dedicado exclusivamente al sector MICE, ya que postula la necesidad de incluir a los organizadores de ferias, eventos, congresos, convenciones y exposiciones, así como a las compañías de alquiler de inmuebles y de prestación de servicios empresariales para ferias.
Por último, la senadora rionegrina también contempló a las actividades indirectamente vinculadas al rubro, como cafés, bares, confiterías, restaurantes, salones de baile, discotecas y puestos de venta de artículos regionales de talabartería de cuero, plata, alpaca y similares, y de artesanías regionales y antigüedades.
(*)Fuente: Mensajero.